El pasado 4 de Mayo, los niños y niñas de 3º de E. Infantil, acompañados de nuestras profes, nos pusimos en camino para llegar cuanto antes, a la Granja – Escuela de Conlleu en Colunga.
Fue un día extraordinario, en el que disfrutamos muchísimo y el tiempo nos acompañó durante toda la Jornada.
Nada más llegar nos dividieron en grupos, para realizar los diferentes talleres.
En nuestra estancia en la granja, nos pudimos acercar a muchísimos animales: vacas, cabras, patitos, cerdos, conejos, gallos, gallinas, pollitos, cobayas, ovejas, caballos, cerdos vietnamitas, ponys…
Y ¡cómo no! el burrito Pepe que nos estaba esperando para que le diéramos un trozo de pan.
En el taller de repostería hicimos bizcochitos granjeros: rellenos de mermelada, con coco y zumo de limón.
Hicimos un taller de barro, en el que pudimos moldear un precioso osito, que llevamos a casa como un llavero, nos quedó precioso.
Llegó la hora de la comida. Después de una mañana granjera, tuvimos que reponer fuerzas y comer los suculentos manjares que nuestras familias nos habían preparado.
Estábamos nerviosos, ya que nuestras profes nos habían dicho que si comíamos bien, nos podríamos montar en el pony.
Fue un momento que estábamos esperando desde que llegamos a la granja.
Y ya para concluir la tarde, fuimos a dar de comer a las ovejas. ¡Menudo momento! Lo pasamos genial.
Nos habían dicho que el que cogiera una oveja, se la llevaría para casa… así que nos pusimos a correr detrás de ellas, para poder llevarnos ese regalo. Al final conseguimos coger una de las muchas que allí había… todos emocionados, nos dirigimos a nuestras profes para hacer constancia de semejante logro, pero… ¡se habían olvidado de decirnos que la oveja tenía que ser negra, no blanca!, así que la tuvimos que dejar marchar…
Y aquí os dejamos constancia, de lo que vivimos en ese momento.
Antes de dar por concluida nuestra estancia en la granja escuela, nuestros monitores nos dejaron saltar y revolcarnos en la paja… ¡qué bien nos lo pasamos!.
Y como todo lo bueno se acaba, llegó el momento de la despedida… pero nos queda el recuerdo de un día extraordinario.