Hoy Día Internacional del Niño queremos recordar que hay niños, no solamente en el llamado Tercer Mundo, cuyas necesidades no están cubiertas tanto en lo material como en lo afectivo.
Es una fecha que nos hace recordar que un niño no es solamente un ser frágil que necesita que se le proteja, sino también una persona que tiene el derecho a ser educado, cuidado y protegido donde quiera que haya nacido.
Es más, un niño es una persona que tiene el derecho a divertirse, a aprender y a expresarse. Todos los niños tienen el derecho a ir a la escuela, a recibir cuidados médicos, y a alimentarse para garantizar su desarrollo en todos los aspectos.
Dedicado a todos los que son niños o lo fueron en alguna ocasión.
Esta historia, trata de un árbol que desde que lo plantaron, solo quería crecer… tenía tanta prisa por medir 6 metros, que no prestaba atención a lo que ocurría a su alrededor.
Y así, año tras año, fue creciendo, pero mirando solo hacia el cielo.
Y llegó un día en el que por fin… ¡lo consiguió!... Midió 6 metros, pero entonces fue, cuando miró hacia abajo; y abajo vio animales, y niños jugando en el bosque y parejas de jóvenes que se querían.
Y en ese momento se dio cuenta de que su infancia se le había escapado intentando ser mayor, antes de tiempo.
En España, casi 2 millones de niños, están más allá del umbral de la pobreza; en todo el mundo 4.500 niños mueren a diario por no tener agua potable.
No permitamos que la infancia caduque demasiado pronto.
Preservemos su vida y su felicidad.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.