Fue un día
espectacular, en el que el sol brilló y disfrutamos mucho corriendo por las
verdes praderas, junto con los animales que allí nos encontramos.
En los talleres que
hicimos, realizamos una riquísima galleta y una mariquita de barro para adornar
nuestra habitación.
En el último taller,
nos convertimos en pequeños agricultores, plantando maíz y excavando para
encontrar la tierra para nuestros cultivos.
Y por fin, llegó la
hora de comer y jugar.
¡Hemos pasado un día
genialconvirtiéndonos en pequeños granjeros!